La pesquería de una sola especie más grande del mundo, la de la anchoveta, se viene recuperando de los efectos que produjo El Niño en el mar peruano durante el 2015 e inicios del 2016. Tanto así que hoy la mayoría de su población en la zona centro-norte del litoral, la más productiva, es juvenil. Es decir, aún no alcanzan su etapa reproductiva.
El 86% de los especímenes del stock centro-norte es juvenil, lo que asegura la renovación de la población y la pesca en el futuro. Sin embargo, esto dificulta un desempeño efectivo de la actual segunda temporada de pesca 2016, que inició a mediados de noviembre con una cuota de 2 millones de toneladas métricas.
Oceana ha realizado un balance de la actual temporada de pesca en base a la información del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), que confirma la escasez de cardúmenes grandes y la elevada cantidad de juveniles. Así, al 28 de noviembre se habrían descargado 380,591 toneladas de anchoveta, lo que representa la quinta parte de la cuota, y la previsión es que en el mejor escenario se alcance la mitad para fines de año.
Esto ha llevado al Ministerio de la Producción (Produce) a disponer hasta 24 cierres preventivos hasta fines de noviembre, los que han ayudado a amortiguar el impacto sobre los juveniles. Pero se necesita establecer un límite máximo de juveniles que puedan ser pescados de la cuota total en cada temporada.
"Al hacerse los cierres, entonces en estas zonas no se pueden pescar y los días que siguen, obviamente, la pesca es menor. Entonces, estamos en un juego del gato y el ratón en el cual tratamos de capturar pesca grande, pero no hay, solo tenemos juveniles”, declaró al diario Correo Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana en Perú.
Esta gran pesca de juveniles también requiere de mayores esfuerzos para abastecer la demanda de harina y aceite de pescado, con mayor gasto en faenas de pesca y producción.
"Hay diferencias entre la estructura de una adulta y una juvenil, de esta última obtienes menos grasa y carne por tonelada pescada, en comparación con una tonelada de anchoveta adulta. El rendimiento se modifica, al necesitarse más anchovetas para productir una tonelada métrica de harina de pescado", resalta a su vez Juan Carlos Sueiro, director de Pesquerías de Oceana en Perú.
Empero, si tomamos como referencia el límite máximo de tolerancia de juveniles del 10% de individuos por cada desembarque, esto significa entre 200,000 y 230,000 toneladas, lo que implicaría entre 700,000 y un millón de toneladas de biomasa adulta al inicio de la siguiente temporada. Esto ilustra lo inconveniente de pescarlas ahora: en poco tiempo una tonelada de juveniles (de 7 cm en promedio) puede significar 3 o más toneladas de adultas.