La apertura de la segunda temporada de pesca de anchoveta 2016 en la zona centro-norte del Perú con una cuota de 2 millones de toneladas, es una clara muestra de que el recurso se ha recuperado de los efectos del evento de El Niño y la actividad pesquera durante ese periodo. Pero su alta tasa de juveniles representa un reto de manejo para el gobierno y para el sector privado, así lo considera Oceana en un análisis desarrollado en base al sustento técnico del Instituto del Mar del Perú (IMARPE).
Descarga aquí el informe completo de Oceana
Aunque el informe científico de IMARPE del 1 de noviembre que determinó la existencia de una biomasa de la anchoveta de 6.86 millones de toneladas aún no es de acceso público, sus principales hallazgos fueron expuestos esta semana por el Ministerio de la Producción (PRODUCE).
Resumimos aquí el informe técnico con nuestras principales observaciones y recomendaciones.
La cuota de pesca para esta temporada representa alrededor del 30% del stock estimado. Así, estaría dentro de los parámetros que aseguren la sostenibilidad del recurso. De acuerdo a la información brindada por el IMARPE, esta cuota garantiza que se cuente con un stock de cuatro millones individuos reproductores al inicio de la siguiente temporada reproductiva, en un escenario ambiental neutral a ligeramente positivo.
El (86%) son individuos juveniles (por debajo de 12cm) Esto demanda un enfoque precautorio para evitar la pesca en exceso de juveniles. De acuerdo a la cuota de dos millones de toneladas métricas, en promedio, tres de cada cinco anchoveta adultas deberían ser pescadas sin capturar juveniles.
No existen tecnologías prácticas disponibles a nivel local para evitar la captura de anchoveta por debajo de la talla mínima legal. La principal herramienta para reducir la captura de juveniles son los cierres preventivos en zonas donde se hayan detectado su presencia.Las nuevas medidas de control por aprobarse (reducción de descartes de juveniles, bitácora electrónica, entre otras) ayudarán a tomar decisiones rápidas que ayuden a reducir la pesca de juveniles.
En estas condiciones se requiere del compromiso de las empresas involucradas en la pesquería del recurso. Para que cumplan con hacer reportes honestos y oportunos. Hay buenas experiencias previas al respecto, y es de esperar que con un marco legal favorable y con mejores herramientas tecnológicas disponibles se cumplirán las expectativas.
Transparencia e información. Ante la muy probable presencia de ejemplares tanto juveniles y como en reproducción, durante las faenas de pesca, se deben establecer mecanismos de información pública rápidos y promover la transparencia en el acceso a las estadísticas de desembarque, así como los registros de movimiento y actividad de la flota pesquera.
Descarga aquí el informe completo de Oceana