Somos el país de los cebiches. El boom gastronómico que nos distingue hoy como el mejor destino culinario se preparó en la cocina, pero nació en el mar, sobretodo en el cálido norte.

Las costas de Piura y Tumbes son privilegiadas con la mayor riqueza del litoral, ya que albergan alrededor del 70% de la biodiversidad marina del Perú. Los meros, langostinos, ostras, robalos, cherelas, pericos, langostas y atunes que disfrutamos cada día crecen y se reproducen en esta parte de la costa bañada por el Mar Pacífico Tropical.

Se trata de una zona donde confluyen dos corrientes marinas, la cálida Ecuatorial y la fría de Humboldt. Esta unión lo convierte en uno de los mares más productivos y ricos del planeta. Sin embargo, este ecosistema único aún está desprotegido y sufre amenazas constantes como la pesca ilegal, donde pescadores industriales invaden las primeras 5 millas exclusivas para la pesca artesanal.

eXPECTATIVAS FONDEADAS

Durante el Gobierno de Ollanta Humala, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) impulsó la creación de la Zona Reservada Mar Pacífico Tropical, propuesta que alberga cuatro áreas: la Isla Foca, El Ñuro-Cabo Blanco, los Arrecifes de Punta Sal y el Banco de Máncora, que juntos suman más de 116 mil hectáreas.  

Pese a su amplia aprobación, la iniciativa no llegó a buen puerto. Al reclamo de pescadores artesanales y organizaciones de la sociedad civil, se unió el aval de los Gobiernos Regionales de Tumbes y Piura, los Ministerios del Ambiente y Producción, Defensoría del Pueblo, Sociedad Nacional de Pesquerías y la opinión pública con una petición conteniendo más de 120 mil firmas.

“Conservar el Mar Pacífico Tropical ayudará a que el Perú avance en su compromiso ante la ONU de proteger al menos el 10% de áreas marinas al 2020”


TUMBES Y PIURA  aportan entre el 50% al 60% del pescado consumido en el Perú . Foto diego pérez /eltaller.pe

La promesa quedó estancada en el Consejo de Ministros debido a la presión del sector hidrocarburos. Compañías privadas se opusieron a la creación de la Zona Reservada temiendo perder sus derechos de explotación en 10 lotes petroleros que colindan o se superponen al área.

Los argumentos del sector hidrocarburos mostraban el desconocimiento sobre la legislación de áreas protegidas ya que los derechos preexistentes son respetados por el Estado Peruano.

Las empresas con derechos adquiridos previamente podrán trabajar con normalidad. Así lo demuestran las operaciones petroleras en áreas protegidas como la Reserva Nacional Pacaya Samiria o el Parque Nacional Sierra del Divisor.

“Su creación significaría el primer área protegida 100% marina en el país”

especies como las tortugas verdes nadan en el mar tropical, un gran potencial turístico. foto claudio gordillo

No obstante, hoy en día la Sociedad Peruana de Hidrocarburos pide revisar y modificar la Ley de Áreas Naturales Protegidas, aunque todas las empresas tienen obligaciones ambientales que no cambian por operar dentro o fuera de una ANP.

Por el contrario, la Zona Reservada puede ser un motor de desarrollo, ya que promueve el ordenamiento de las actividades y la creación de nuevas oportunidades económicas. La Reserva Nacional de Paracas es una muestra de cómo la pesca sostenible convive con otras actividades productivas como el turismo.

Las cálidas playas, la inigualable gastronomía, deportes como el buceo, la pesca deportiva y actividades como el avistamiento de ballenas y tortugas marinas, son el camino del crecimiento en el Mar Pacífico Tropical.

Latinoamérica apuesta por la protección de sus mares

Perú se ha comprometido a proteger al menos el 10% del dominio marítimo al 2020, pero menos del 0.5% del mar peruano goza de algún tipo de protección. Una promesa internacional que debemos llevar al bicentenario como país firmante de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y como parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), ambos de la ONU.  

Países de la región nos llevan la delantera. En el 2015, Chile creó el Parque Nacional Nazca-Desventuradas, que comprende 3 millones de hectáreas, la mayor reserva marina del continente, con la que protegen el 12% de su mar.

El Parque Marino Nazca-Desventuradas en chile es la mayor reserva marina del contienente. foto eduardo sorensen

El mismo año, Ecuador declaró un santuario marino en la reserva de Galápagos, la cual cobija a la mayor población de tiburones del planeta. Esto supone la protección del 32% del mar en torno al archipiélago, repleto de tiburones martillo y tiburones de arrecife.

Por su parte Colombia ya protege el 6.37% de su mar. En México, Los Cabos es un destino para la pesca deportiva que genera más de 24 mil empleos y más de US$600 millones para la población local.

¿Y Perú para cuándo? En nuestro país tenemos las reservas nacionales de Paracas, de San Fernando y el Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, todas ubicadas en la corriente de Humboldt. Pero el mar tropical no está representado en nuestro sistema de áreas protegidas.

Artículo publicado en Revista VelaVerde el 15 de agosto del 2016